Clase 1: acero recomendado para la galvanización en caliente cuando la apariencia estética es importante: aplicaciones arquitectónicas y estructuras muy visibles, como mástiles de iluminación y mobiliario urbano. Estos aceros son también los más adecuados para estructuras, que por necesidad, requieren periodos de inmersión largos en el zinc.
Clase 2: revestimientos con aspecto razonable en inmersiones no extendidas. Puede mostrar estallidos locales frecuentes de recubrimiento reactivo (efectos espinilla, estrías o corteza de los árboles). Dan recubrimientos localizados de hasta 500 micras de espesor.
Clase 3: Proporciona revestimientos gruesos y ásperos con poca o ninguna capa eta (zinc puro). La mala adherencia aparece en tiempos de inmersión prolongados. Defectos superficiales frecuentes, mal aspecto y daños habituales. Con niveles de fósforo superiores al 0,4% no es posible alcanzar recubrimientos aceptables en tiempos de inmersión normales.
Clases 4a, 4b y 5a: Adecuadas para recubrimientos muy resistentes (espesor de recubrimiento superior a 105 micras), Pueden ser frágiles y presentar escamación para inmersiones por encima de los diez minutos.
Clases 5b y 6: No se recomiendan para galvanización general, excepto en períodos de inmersión inferiores a dos o tres minutos.